Se podría considerar a los peces como una ‘enorme superficie mucosa nadando’ dentro de un estanque o una jaula, en contacto directo con el agua y todas sus variables físicas, químicas y biológicas de turno, además de sus compañeros peces de unidad. De esta manera, las células epiteliales de las mucosas están separadas del agua únicamente por una delgada “línea roja” que denominamos “mucus o moco”, el que contiene muchas moléculas, entre ellas, las inmunoglobulinas T (IgT).

El grupo de investigación dirigido por Dr. Oriol Sunyer en la Universidad de Pensilvania, EEUU, fue el primero en describir que la IgT era una inmunoglobulina de los peces especializada en la respuesta inmune de las mucosas, es decir, piel, branquias e intestinos. Este hallazgo fue fundamental para la inmunología de peces porque se pensaba que las inmunoglobulinas mucosas solo estaban en tetrápodos. Luego, el grupo de Oriol demostró que, además de tener un papel clave en el intestino, la IgT también era el anticuerpo predominante en las branquias y el moco cutáneo luego de una infección. Finalmente, demostraron que la IgT era la inmunoglobulina predominante que recubre la microbiota en todas las superficies mucosas de peces y que tiene un papel clave para mantener la homeostasis comensal y tisular en estas superficies mucosas.

Hace varios años comenzamos un plan de trabajo colaborativo entre el grupo de investigación de Oriol y el nuestro en Pathovet Labs, el cual no solo tiene el objetivo de explorar el desarrollo aplicado de anticuerpos específicos para evaluar y cuantificar el estado de salud de los peces y las respuestas inmunitarias en una variedad de situaciones, incluida la vacunación, dietas alimentarias, diagnósticos, estrés/bienestar, pronóstico de enfermedades, definición y predicción de los momentos óptimos de intervención sanitaria para el control de enfermedades y optimizar las estrategias de vacunación e inmunomodulación de los peces; sino también incorpora el desarrollo de inmunoterapias novedosas basadas en productos que estimulan respuestas inmunitarias protectoras tanto innatas como adaptativas en salmónidos y otras especies de acuicultura.

En concreto, el primer resultado de este plan es la disponibilidad exclusiva, y por vez primera en Chile, de anticuerpos monoclonales anti-IgT de salmónidos con los que contamos actualmente en el laboratorio y que tienen cobertura para salmón del Atlántico, trucha arcoíris y salmón coho. Ahora estamos empaquetando bioservicios – es decir, servicios de laboratorio basados en la biología de los peces – que marcarán un antes y un después en la gestión sanitaria para el control de enfermedades en agua dulce y agua de mar en Chile porque serán útiles para evaluar el potencial inmunoestimulante y antiinflamatorio de nuevas dietas de alimentos funcionales, vacunas y estrategias de vacunación (inyectables, inmersión, orales) que pueden estimular el sistema inmunológico de los peces al aumentar las respuestas de la mucosa de los peces a través del aumento de los niveles de células B IgT+ o, directamente, la concentración de IgT en el moco.

La respuesta de los anticuerpos mucosos, como lo es la IgT, es fundamental en nuestra industria porque la estrategia de vacunación es clave para el éxito de la misma. La mayoría de los patógenos de los peces son cosmopolitas del ambiente de cultivo (ya sea en agua dulce o agua de mar) y necesitan primero cruzar la barrera física, mecánica y mucosa (piel, branquias, intestinos) para infectar a un pez. Entonces, si desarrollamos vacunas capaces de inducir respuestas protectoras de IgT de las mucosas (independiente de la vía de administración), aumentaremos las probabilidades de éxito en la protección de los peces en cultivo.

Personalmente, me gusta más siempre hablar sobre estrategia de vacunación para el control de enfermedades, ya que con una vacuna de eficacia, idealmente mucho más que aceptable, puedo diseñar la mejor estrategia para combatirlas. En este sentido, si logramos una vacuna efectiva y que podamos administrar por diferentes vías durante todo el ciclo productivo del salmón, estaremos cada vez más cerca del nivel de control esperado de las enfermedades. Igual o más importante que la vacuna efectiva, es el momento en el cual debemos intervenir sanitariamente, es decir, hemos constatado que podemos monitorear la concentración o cantidad de diferentes componentes del sistema inmune de los peces en el tiempo, por lo que si registramos bajas en los niveles de estos biomarcadores, entonces es el momento de intervenir la gestión productiva con las estrategias que tengamos a la mano.

Uno de estos biomarcadores será la concentración de IgT en mucus y/o el marcaje de células B IgT+ en los epitelios de las mucosas; el cual se “une” a la batería de biomarcadores proteómicos con los que contamos actualmente y que están en el mercado hace más de un año con muy buenos resultados. Esto es conocimiento para promover la optimización de la gestión sanitaria con una mirada preventiva, siempre práctica y aplicada en las condiciones de campo. Nuestros bioservicios basados en anticuerpos anti-IgT de mucosas en salmónidos ayudarán a avanzar en el desarrollo de vacunas mucosas para salmones; pero también permitirán el desarrollo de nuevas y la optimización de las actuales, dietas funcionales, probióticos e inmunoestimulantes que promueven la salud de las mucosas, así como respuestas protectoras y antiinflamatorias en el intestino, piel y branquias, además de la modulación de la microbiota de las mucosas, equilibrio que es modulado en gran parte precisamente por la IgT.

¿Futuro?

En el corto plazo podríamos contar con un juego de herramientas o toolkit – basados en anticuerpos específicos – que marcan y describen cuantitativamente la proporción de ocho poblaciones diferentes de leucocitos de salmónidos, incluidos los subconjuntos de linfocitos B y T, y otras poblaciones de células inmunes mieloides. Pero, no solo eso, ya que el toolkit también puede medir el estado proliferativo, es decir, de activación, de estas células inmune. En la misma línea de lo descrito para IgT, esperamos encontrar muchas aplicaciones diferentes para este toolkit y, de esta manera, continuar nuestro posicionamiento como una biofábrica, aquí, en el sur de Chile, que constantemente trabaja en la aplicación disruptiva y práctica de la biología de los peces en cultivo para aportar a la gestión sanitaria de los planteles en el campo. Lo importante no son los biomarcadores y bioservicios en sí, sino la solución que aporta el conocimiento que generan para la toma decisiones, no solo de calidad, sino que oportunas, en el momento que nos pidan los diferentes escenarios y etapas de la producción de salmones, de tal manera de optimizar el control de enfermedades.